La Real Basílica de San Francisco el Grande tiene la cúpula más grande de toda España y la cuarta más grande de toda Europa, detrás de la Basílica de San Pedro y El Panteón (ambas en Roma) y la Basílica de Santa María de la Flor (Florencia).
Alberga auténticas joyas considerándola “la capilla Sixtina” ubicada en el centro de Madrid, en el barrio de Palacio, dentro del casco histórico de la ciudad.
El monumento de estilo neoclásico ha sido recientemente restaurado y en 1980 fue declarado Monumento Nacional. Posee una importante riqueza artística con pinturas de los siglos XVIII y XIX, realizadas por, Francisco de Goya, Casto Plasencia, Zurbarán, Vicente Carducci, Francisco Jover, José del Castillo, Menéndez Pidal, Martínez Cubells, Moreno Carbonero, Antonio Carnicero, González Velázquez, Gaspar Crayer, Eugenio Oliva, Alonso Cano o Lucas Jordán.
Historia de La Basílica de San Francisco El Grande
La Basílica fue construida sobre un terreno en el que ya había otras construcciones, como, una ermita y un convento anteriores, del que parte la actual Basílica y el actual templo construido sobre el Convento de Jesús y María de la orden franciscana.
Según cuenta la tradición, el terreno se ofreció a San Francisco de Asís cuando pasó por Madrid en su peregrinación a Santiago de Compostela en 1214 que había parado para descansar, por lo que, oficialmente tiene el nombre de Nuestra Señora de los Ángeles, levantado en honor a San Francisco de Asís.
El actual templo data del siglo XVIII y se construyó entre 1761 y 1784, la majestuosa obra comenzó bajo el diseño del fraile Francisco Cabezas, desarrollado por Antonio Poló y se finalizó bajo la dirección de Francesco Sabatini en estilo neoclásico, famoso arquitecto de Palermo que residía en Madrid al servicio de la Casa Real.
Datos curiosos
La gran cúpula tiene un diámetro de 33 metros y 58 metros de altura, cuenta con seis capillas más y cada una de ellas tiene una cúpula menor.
La cúpula está realizada en ladrillo macizo, fabricado a pie de obra. Con respecto a su decoración han participado grandes pintores, como Casto Plasencia, Salvador Martínez Cubells, Alejandro Ferrant y Fischermans, Manuel Domínguez o Francisco Jover.
El templo ha tenido varios usos a lo largo de su historia, no siempre ha sido un templo, tras la invasión Napoleónica, el edificio quedó como uso de cuadras durante un breve tiempo, pero en 1836, pasó a manos del Estado Español y sirvió como sede del Cuartel de Infantería en 1838.
Entre los años 1869 y 1874, se trasladaron los restos de personajes ilustres para usarse como Panteón Nacional, como Garcilaso de la Vega, Calderón de la Barca, Quevedo, o Ventura Rodríguez que, posteriormente se devolvieron a su lugar de origen.
Se puede visitar el templo durante los oficios religiosos, pero es muy interesante realizar la visita guiada para apreciar bien cada sala y su iluminación debida con información y explicación de cada obra maestra.
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