El Palacio de Fernán Núñez

El Palacio de Fernán Núñez se ubica desde el siglo XIX en la Calle Santa Isabel muy cerca del museo Reina Sofía, conocido también como Palacio de Cervellón, fue un lugar destacadísimo en el ambiente de la alta sociedad madrileña decimonónica.

El edificio original que más tarde dio lugar al actual palacio, se trataba de una casona que fue construida en 1753 sobre unos terrenos pertenecientes a Blas Jover, ministro de Fernando VI, en el plano de Madrid realizado por Tomás López en 1762 ya se ve representado este edificio que ocupa la manzana que hace esquina con la calle San Cosme y San Damián y muy próximo al Monasterio de Santa Isabel.

El Palacio de Fernán Núñez

Esta casona fue comprada en 1769 por el Duque de Alburquerque para que le sirviera como residencia en la capital y, nada más comprarla, encarga al arquitecto Antonio López Aguado una gran reforma del edificio y convertirlo en una mansión más digna de un Grande de España.

El Duque de Alburquerque fallece sin hijos la finca pasó por diferentes miembros de la familia hasta que, en el año 1815 recae su propiedad sobre el Conde de Cervellón casado con la Duquesa de Fernán Núñez y serán ellos los que impulsen la reforma de la antigua mansión para convertirla en el palacio tal y como hoy lo conocemos.

Palacio de Fernán Núñez

Palacio de Frernán Núñez

Para abordar este último proyecto cogieron los terrenos sobre los que se asentaban la construcción primigenia, pero resultaban escasos, de modo que decidieron tirar la casa que también pertenecía a la familia y que mediaba entre la antigua mansión y el convento de Santa Isabel, así como, comprar a las monjas un espacio en el que se ubicaba el colegio de niñas. Con todo este terreno disponible, las obras de construcción del Palacio de Fernán Núñez se llevarán a cabo entre 1847 y 1849, se contrata para el proyecto a Martín López Aguado, curiosamente el hijo del arquitecto que diseñó la mansión en el siglo XVIII para la familia Alburquerque.

En esta Ocasión, Martín López Aguado idea un edificio señorial de tres plantas a las que se les añade un amplio sótano y buhardillas.

El palacio de la Calle Santa Isabel, aunque terminado desde 1849, no se habitará hasta tres años más tarde, cuando la joven tercera Duquesa de Fernán Núñez contraiga matrimonio y lo convierta en su residencia habitual.

bailes de máscaras en época de carnaval

bailes de máscaras en época de carnaval

Los duques hicieron de su hogar uno de los lugares de moda de Madrid durante la segunda mitad del siglo XIX, organizando en sus salones veladas literarias, soirées y sobre todo sus célebres bailes de máscaras en época de carnaval, a los que acudían invariablemente la nobleza madrileña y, no pocas veces, la familia real.

Duque de Alburquerque

Duques de Fernán Núñez disfrazado para baile

Para organizar los famosísimos bailes de máscaras se necesitaba trabajar con mucha antelación, primero había que elegir el tema sobre el que iba a ser ambientada la fiesta, podía ser un hecho histórico, un país o lugar en el mundo, una época concreta, o incluso una obra literaria o artística.

El tema del baile era comunicado con suficiente antelación a sus invitados para que pudieran preparar con tiempo su disfraz, acudiendo muchos de ellos a los talleres de costura de los sastres y modistas más afamados de Madrid. También era costumbre que los anfitriones contrataran los servicios de un estudio fotográfico para realizar un álbum de recuerdo del evento.

El Palacio de Fernán Núñez

Al estudio acudían los convidados unos días previos al acontecimiento para que fueran retratados con el mismo traje con el que acudirían al baile. Los duques de Fernán Núñez solían encargar varias copias del álbum; una para su colección particular y las otras las regalaban a los asistentes más notables que habían acudido a su fiesta.

En las imágenes vemos al duque y a la duquesa posando con los disfraces elegidos para el baile de 1863, cuyo tema era la época de los Reyes Católicos y que contó con la presencia de la Reina Isabel II.

baile de 1884

baile de 1884

En otra imagen donde vemos el baile de 1884 asistiendo para la ocasión lo reyes del momento Alfonso XII y María Cristina, fue tan fastuoso que los periódicos más importantes dieron puntual información del evento e incluso se llegó a publicar un cuaderno de 80 páginas con la crónica y todos los detalles de lo acaecido aquella noche.

El Palacio de Fernán Núñez

Del Palacio de Fernán Núñez sabemos exactamente cómo era a finales del siglo XIX, no solo por la información escrita, sino que también contamos con una joya como es el álbum del prestigioso fotógrafo Jean Laurent realizó con imágenes de las estancias más importantes y significativas de la casa en 1877. Este álbum consta de 77 fotografías a través de la cuales podemos hacer casi un viaje en el tiempo que nos llevará a evocar aquella época.

De la planta baja Laurent fotografió tres estancias: el salón de tapices, el despacho del duque y el invernadero o estufa, conocida en la casa como “Galería Otelo” debido a que el busto de este personaje presidía el espacio.

El invernadero construido en hierro y vidrio construido durante la década de los 60 del siglo XIX fue motivo de admiración entre muchas de las familias aristocráticas.

Salón de Baile

Salón de Baile

De la primera planta se puede destacar el salón amarillo o isabelino conocido por este nombre porque era el lugar donde se recibía a la reina Isabel II cuando iba a visitar a la duquesa. El espacio más suntuoso e icónico es el Salón de Baile con sus ocho metros de altura, paredes plagadas de espejos y sus tres arañas de cristal contaba además con un palco para que los músicos interpretaran las piezas sin molestar a los asistentes de la fiesta.

 

El Palacio de Fernán Núñez vivió su época de esplendor durante la segunda mitad del siglo XIX ha llegado en muy buen estado hasta nuestros días, perteneció a la familia ducal hasta la guerra civil, tras esta en 1947 fue comprada por la Compañía de Ferrocarriles Españoles y desde 1985 alberga la sede de su fundación. Actualmente, sus espacios muy cuidados se alquilan para eventos y también para rodajes de cine y televisión, es por ello que, quizás a todos.